sábado, 19 de enero de 2013

EL AGUA ¿UN BIEN COMÚN?

Por D. Ángel Rodriguez Villodres
Tienes sed, vas a la cocina, abres el grifo y llenas un vaso de agua que te bebes con la seguridad de que no te va a suceder nada. Pero ¿Sabías que en muchos lugares este simple gesto puede llevar a la muerte a algunas personas? Tal vez sea porque es algo que nos resulta tan cotidiano que ni siquiera pensamos en la importancia que tiene el poder disponer de agua potable para el consumo.
Vía wikimedia
Autor Walter J. Pilsak, 
  licencia GNU y CC
Cada año 4000 millones de casos de diarrea causan unas 2.200 millones de muertes, mayormente en niños menores de 5 años, en los países en desarrollo a causa de ingerir agua contaminada. Con este dato sobra decir que es vital que se promuevan acciones dirigidas a facilitar el acceso a un agua de calidad de aquellas comunidades más desfavorecidas. ¿Y a qué nos referimos con “un agua de calidad”? Pues un agua que no contenga microorganismos patógenos, así como sustancias químicas o de otro tipo por encima de los límites establecidos por la ley, en definitiva, un agua que no comprometa la salud de los que la consumen.
Una de las consecuencias de beber agua contaminada biológicamente es la transmisión de agentes patógenos que producen una serie de enfermedades (ver tabla 1).



Vía wikimedia.
Autor: Pierre Holtz - UNICEF, licencia CC

Para prevenir el riesgo de enfermedades como estas es importante que se establezcan tratamientos de desinfección del agua destinada al consumo. La desinfección ideal debe asegurar una completa destrucción de los microorganismos patógenos y en su medida afectar lo menos posible al agua que estamos tratando, el ambiente y los equipos que estarán en contacto con esta, además de que se obtenga a costo razonable.

Uno de los problemas adicionales de la desinfección del agua para consumo humano es que no es un hábito fácil de crear en las familias rurales, por lo que se requiere la sensibilización de las comunidades sobre los peligros, así como  la aplicación correcta de los métodos de desinfección.  Por otro lado,  es necesario asegurarse de la existencia de una cadena confiable de suministros, incluyendo facilitadores sociales, repuestos, distribuidores, así como mecanismos financieros disponibles  para hacer de la desinfección una costumbre diaria.
Además de contar con métodos adecuados de tratamiento del agua, se deben promover unos buenos hábitos de higiene, sobre todo cuando el agua recibe un tratamiento doméstico de desinfección. De esta forma se pueden evitar situaciones de recontaminación del agua tratada, así como reducir la  transmisión de algunas de las enfermedades vistas anteriormente. 
Hay tres hábitos de higiene que son los que generan un mayor beneficio:
             - Lavarse las manos con jabón (o en su defecto se puede usar ceniza).
         -  Disponer de lugares fijos de deposición de las heces, alejados de zonas de cultivo, arroyos, ríos, etc.
      - Manipular y almacenar el agua de forma segura. 

Lavado de manos. Vía: Photl
   
Algo tan sencillo como lavarse las manos de una forma adecuada constituye una de las herramientas más eficaces, a la par que económicas, en la prevención de la transmisión de patógenos que pueden causar distintas enfermedades. Por tanto, se debe de informar a las familias sobre la importancia de este gesto, así como habituar a los niños desde pequeños a tener una buena higiene de manos para que se transforme en algo cotidiano en su día a día. 


En resumen, se requiere una combinación del tratamiento del agua, almacenamiento seguro de la misma, educación sanitaria e higiene adecuada para obtener un efecto positivo y duradero en la salud pública.
Una vez llegados a este punto conviene hablar sobre los métodos de desinfección más utilizados en países en desarrollo, haciendo una valoración de los mismos con el fin de que se conozcan y se puedan aplicar unos u otros dependiendo de las características de cada zona.
La selección de un sistema para la desinfección tiene que tener en cuenta algunos condicionantes como son los recursos disponibles y la posibilidad de soporte técnico de la comunidad, así como  contar con una serie de características que son:
 - Rapidez y efectividad
- Capacidad para promover una acción residual
- No  afectar al sabor, olor o color del agua
-Fácil de manipular, transportar, aplicar y controlar
       Bajo estas características podemos encontrar distintos métodos más o menos eficaces.
               Sedimentación:
Este método consiste en el almacenamiento del agua para que la materia orgánica sedimente con el tiempo. No hace falta decir que como tratamiento para la desinfección es  un mal método, sin embargo,  puede servir como tratamiento primario del agua antes de proceder a su desinfección, ya que elimina parte de la turbidez que haya en la misma.

Filtración

Filtro lento de arena. Vía: blog
Se basa en pasar el agua contaminada a través de una capa filtrante, que puede ser de arena, piedra,  cerámica u otros materiales, donde las partículas en suspensión que contenga ese agua quedarán retenidas en el filtro y se recuperará  agua limpia.


Aunque he leído que  si se diseña y opera convenientemente puede ser considerado un sistema de desinfección,  sinceramente no me parece un método recomendable para desinfectar el agua por sí mismo, es decir,  si no se realiza un tratamiento posterior. Por tanto, y al igual que en el caso anterior, este método generalmente se debe utiliza para eliminar la turbidez del agua.
 Hervir el agua:
Es un método muy eficaz para desinfectar el agua. Se basa en calentar el agua hasta el punto de ebullición y dejarla hervir durante unos minutos. La temperatura que alcanza el agua al hervir permite la destrucción de los microorganismos patógenos transmitidos por vía hídrica, así como la de los quistes de parásitos.
Aunque, en principio, es un método que parece ideal, necesita de mucha energía por lo que su uso depende mucho de la disponibilidad de combustible de la población. Esto, ligado al tiempo de espera en calentar y enfriar el agua, así como una gran posibilidad de recontaminación, supone una limitación y está haciendo que muchas familias dejen de usarlo.
Cloración:
                El tratamiento con cloro resulta ser uno de los métodos más eficaces para la desinfección del agua. Es un método muy usado debido a que presenta una serie de características que lo hacen un buen desinfectante:
-          Destruye los patógenos en condiciones ambientales y en un tiempo corto.
-          Es de fácil aplicación, manejo sencillo y bajo costo.
-          En las dosis usadas para la desinfección no constituye riesgo para el hombre ni los animales.
-          Deja un efecto residual que protege el agua de una posterior contaminación.
Uno de los requisitos de su aplicación es que el agua ha de estar limpia para asegurar una correcta desinfección y evitar que se acumulen subproductos derivados del cloro que pueden afectar a la salud de los usuarios. Por esto se recomienda que en aguas muy turbias se establezca un paso previo de filtración, o bien, se utilice un filtro en la entrada al lugar donde el agua va a ser tratada.  
Niña accionando una bomba de agua manual. 
 licencia CC

Hay distintas maneras de desinfectar el agua mediante la utilización de cloro. Las más comunes son la cloración por goteo o la cloración por tabletas. Según la forma en que se obtenga el agua por parte de las familias conviene utilizar uno u otro método.


La cloración por goteo  consiste en un dispositivo que contiene una solución de hipoclorito de sodio o de calcio, que como su propio nombre indica, va goteando constantemente en el lugar de almacenamiento principal del agua. Este método es económico y fácil de utilizar, pero presenta el inconveniente de que no se recomienda aplicarlo en lugares donde no se produzca un flujo continuo de agua, como pueden ser pozos con bombas manuales debido a que se puede producir una sobredosificación de cloro en el sistema.

La cloración por tabletas parece suplir las deficiencias  del método anterior, ya que no presenta problemas de sobredosificación porque el cloro se va liberando de la tableta a medida que entra agua nueva en el sistema. Sin embargo, este método no está exento de limitaciones; dos de las más importantes son la disponibilidad de cloro en tableta y el costo del mismo, que resulta ser algo más caro que el cloro granular utilizado para el goteo.
Por tanto, aunque el sistema de desinfección por cloro parece ser uno de los más eficaces, no puede ser usado por todas las familias ni comunidades, debido a que requiere una inversión económica inicial para proveerse de los equipos de cloración, así como un gasto constante en cloro, el cual no siempre está disponible.
Desinfección solar (también llamada SODIS):
Por último, os voy a hablar de un método relativamente novedoso que al parecer está teniendo resultados aceptables. Como su propio nombre indica, se trata de la desinfección a través de la radiación solar.  Es un método simple que combina luz  y temperatura. La luz solar tiene dos efectos, por un lado la radiación UV-A tiene un efecto germicida, mientras que por otro, la infrarroja proporciona calor al agua. Según este método, se produce una sinergia entre la radiación UV-A y el calor, de forma que es más efectiva contra los patógenos de lo que son ambas por separado.
Funcionamiento de SODIS. Vía wikimedia
Autor: SODIS Eawag, licencia CC.


El procedimiento es muy sencillo, solo bastan botellas de plástico (recomendable) y luz solar. Las botellas se rellenan del agua que se quiere tratar, y se colocan en posición horizontal en un lugar donde llegue abundante luz durante al menos 6 horas; si existe nubosidad se deben de dejar durante un mínimo de dos días.
Aunque se ha visto que este sistema es efectivo contra virus y bacterias, aún no hay evidencias acerca de la efectividad contra los quistes de los parásitos transmitidos por vía hídrica. Lo que argumentan los defensores del método es que durante el tiempo de exposición al sol, el agua puede alcanzar una temperatura de hasta unos 65oC, lo cual es suficiente para inactivar los quistes de los parásitos; sin embargo, aún no hay estudios que avalen su eficacia en este sentido y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera como una opción válida pero solo como un “método menor y experimental”. Otras limitaciones de este método son que no es efectivo con agua muy turbia, que solo se puede utilizar con éxito en determinadas zonas climáticas donde exista abundante radiación solar y que solo permite el tratamiento del agua en pequeños volúmenes, por lo que es más adecuado su uso en un entorno familiar o un grupo de viviendas, antes que en sistemas convencionales o más complejos.

En contra, presenta una serie de ventajas como que es un método asequible para prácticamente todo el mundo debido a que solo son necesarias botellas de plástico, lo que implica un bajo costo para las familias, no necesita de la construcción de pozos de captación de agua para su funcionamiento ni requiere del uso de combustibles, además de que es un sistema simple que puede ser llevado a cabo por los propios usuarios en su propio hogar.
                 
Para finalizar, solo me queda decir que el hecho de beber un vaso de agua no debería convertirse en una ruleta rusa para muchas personas, solo por haber nacido en un lugar diferente o no disponer de los recursos de los que disponemos la mayoría de nosotros. Debemos tomar conciencia de lo que implica no tener acceso a un recurso básico como es el agua y por si fuera poco, que ésta no esté en condiciones de garantizar tu salud ni la de tus hijos; algo que se nos olvida más a menudo de lo que debiéramos, aunque como dijo Aristóteles: “La esperanza es el sueño del hombre despierto”.

BIBLIOGRAFÍA

-               -   Desinfección solar del agua (SODIS), guía de aplicación.  Reporte SANDEC No 07/03.
-               -   Guía para la selección de sistema de desinfección. Organización Panamericana de salud. OPS-COSUDE/01-07.
-         -  Pérez Castillo H. Acciones desinfectantes en la potabilización del agua en pequeñas comunidades. Universidad de Sucre.
-               -    Reid R. Situación de la desinfección del agua en América latina y el Caribe. OPS/OMS Washington, D.C. EUA.
-               -   Tecnologías de desinfección del agua para consumo humano. Serie Oro Azul. Fascículo 4.