Por D. Ángel Rodriguez Villodres
Para prevenir el riesgo de enfermedades como estas es importante que
se establezcan tratamientos de desinfección del agua destinada al consumo. La
desinfección ideal debe asegurar una completa destrucción de los
microorganismos patógenos y en su medida afectar lo menos posible al agua que
estamos tratando, el ambiente y los equipos que estarán en contacto con esta,
además de que se obtenga a costo razonable.
Uno de los problemas adicionales de la desinfección del agua para
consumo humano es que no es un hábito fácil de crear en las familias rurales,
por lo que se requiere la sensibilización de las comunidades sobre los
peligros, así como la aplicación
correcta de los métodos de desinfección.
Por otro lado, es necesario
asegurarse de la existencia de una cadena confiable de suministros, incluyendo
facilitadores sociales, repuestos, distribuidores, así como mecanismos
financieros disponibles para hacer de la
desinfección una costumbre diaria.
Hervir el agua:
Tienes sed, vas a la cocina, abres el grifo y llenas un vaso de agua que te bebes con la seguridad de que no te va a suceder nada. Pero ¿Sabías que en muchos lugares este simple gesto puede llevar a la muerte a algunas personas? Tal vez sea porque es algo que nos resulta tan cotidiano que ni siquiera pensamos en la importancia que tiene el poder disponer de agua potable para el consumo.
Autor Walter J.
Pilsak,
|
Cada año 4000 millones de casos de diarrea causan unas 2.200 millones de muertes, mayormente en niños menores de 5 años, en los países en desarrollo a causa de ingerir agua contaminada. Con este dato sobra decir que es vital que se promuevan acciones dirigidas a facilitar el acceso a un agua de calidad de aquellas comunidades más desfavorecidas. ¿Y a qué nos referimos con “un agua de calidad”? Pues un agua que no contenga microorganismos patógenos, así como sustancias químicas o de otro tipo por encima de los límites establecidos por la ley, en definitiva, un agua que no comprometa la salud de los que la consumen.
Una de las consecuencias de beber agua contaminada biológicamente es la transmisión de agentes patógenos que producen una serie de enfermedades (ver tabla 1).
Vía wikimedia. Autor: Pierre Holtz - UNICEF, licencia CC |
Además de
contar con métodos adecuados de tratamiento del agua, se deben promover unos
buenos hábitos de higiene, sobre todo cuando el agua recibe un tratamiento
doméstico de desinfección. De esta forma se pueden evitar situaciones de
recontaminación del agua tratada, así como reducir la transmisión de algunas de las enfermedades vistas
anteriormente.
Hay tres hábitos de higiene que son los que generan un mayor
beneficio:
- Lavarse las manos con jabón (o en su defecto se puede usar ceniza).
- Lavarse las manos con jabón (o en su defecto se puede usar ceniza).
- Disponer de lugares fijos de deposición de las
heces, alejados de zonas de cultivo, arroyos, ríos, etc.
- Manipular y almacenar el agua de forma segura.
Algo tan sencillo como lavarse las manos de una forma adecuada constituye
una de las herramientas más eficaces, a la par que económicas, en la prevención
de la transmisión de patógenos que pueden causar distintas enfermedades. Por
tanto, se debe de informar a las familias sobre la importancia de este gesto,
así como habituar a los niños desde pequeños a tener una buena higiene de manos
para que se transforme en algo cotidiano en su día a día.
En resumen, se
requiere una combinación del tratamiento del agua, almacenamiento seguro de la misma,
educación sanitaria e higiene adecuada para obtener un efecto positivo y duradero
en la salud pública.
Una vez
llegados a este punto conviene hablar sobre los métodos de desinfección más
utilizados en países en desarrollo, haciendo una valoración de los mismos con
el fin de que se conozcan y se puedan aplicar unos u otros dependiendo de las
características de cada zona.
La selección
de un sistema para la desinfección tiene que tener en cuenta algunos
condicionantes como son los recursos disponibles y la posibilidad de soporte
técnico de
la comunidad, así como contar con una
serie de características que son:
- Rapidez y efectividad
- Capacidad para promover una acción residual
- No
afectar al sabor, olor o color del agua
-Fácil de manipular, transportar, aplicar y
controlar
Bajo estas características
podemos encontrar distintos métodos más o menos eficaces.
Sedimentación:
Este método
consiste en el almacenamiento del agua para que la materia orgánica sedimente
con el tiempo. No hace falta decir que como tratamiento para la desinfección
es un mal método, sin embargo, puede servir como tratamiento primario del
agua antes de proceder a su desinfección, ya que elimina parte de la turbidez
que haya en la misma.
Filtración:
Se basa en pasar el agua contaminada a través de una capa filtrante,
que puede ser de arena, piedra, cerámica
u otros materiales, donde las partículas en suspensión que contenga ese agua
quedarán retenidas en el filtro y se recuperará agua limpia.
Aunque he leído que si se
diseña y opera convenientemente puede ser considerado un sistema de
desinfección, sinceramente no me parece
un método recomendable para desinfectar el agua por sí mismo, es decir, si no se realiza un tratamiento posterior. Por
tanto, y al igual que en el caso anterior, este método generalmente se debe
utiliza para eliminar la turbidez del agua.
Es un método
muy eficaz para desinfectar el agua. Se basa en calentar el agua hasta el punto
de ebullición y dejarla hervir durante unos minutos. La temperatura que alcanza
el agua al hervir permite la destrucción de los microorganismos patógenos
transmitidos por vía hídrica, así como la de los quistes de parásitos.
Aunque, en
principio, es un método que parece ideal, necesita de mucha energía por lo que
su uso depende mucho de la disponibilidad de combustible de la población. Esto,
ligado al tiempo de espera en calentar y enfriar el agua, así como una gran posibilidad
de recontaminación, supone una limitación y está haciendo que muchas familias
dejen de usarlo.
Cloración:
El
tratamiento con cloro resulta ser uno de los métodos más eficaces para la
desinfección del agua. Es un método muy usado debido a que presenta una serie
de características que lo hacen un buen desinfectante:
-
Destruye los patógenos en condiciones
ambientales y en un tiempo corto.
-
Es de fácil aplicación, manejo sencillo y bajo
costo.
-
En las dosis usadas para la desinfección no
constituye riesgo para el hombre ni los animales.
-
Deja un efecto residual que protege el agua de
una posterior contaminación.
Uno de los
requisitos de su aplicación es que el agua ha de estar limpia para asegurar una
correcta desinfección y evitar que se acumulen subproductos derivados del cloro
que pueden afectar a la salud de los usuarios. Por esto se recomienda que en
aguas muy turbias se establezca un paso previo de filtración, o bien, se
utilice un filtro en la entrada al lugar donde el agua va a ser tratada.
Niña accionando
una bomba de agua manual.
|
Hay distintas maneras de desinfectar el agua mediante la utilización
de cloro. Las más comunes son la cloración por goteo o la cloración por
tabletas. Según la forma en que se obtenga el agua por parte de las familias
conviene utilizar uno u otro método.
La cloración por goteo
consiste en un dispositivo que contiene una solución de hipoclorito de
sodio o de calcio, que como su propio nombre indica, va goteando constantemente
en el lugar de almacenamiento principal del agua. Este método es económico y
fácil de utilizar, pero presenta el inconveniente de que no se recomienda
aplicarlo en lugares donde no se produzca un flujo continuo de agua, como
pueden ser pozos con bombas manuales debido a que se puede producir una
sobredosificación de cloro en el sistema.
La cloración
por tabletas parece suplir las deficiencias del método anterior, ya que no presenta
problemas de sobredosificación porque el cloro se va liberando de la tableta a
medida que entra agua nueva en el sistema. Sin embargo, este método no está
exento de limitaciones; dos de las más importantes son la disponibilidad de
cloro en tableta y el costo del mismo, que resulta ser algo más caro que el
cloro granular utilizado para el goteo.
Por tanto,
aunque el sistema de desinfección por cloro parece ser uno de los más eficaces,
no puede ser usado por todas las familias ni comunidades, debido a que requiere
una inversión económica inicial para proveerse de los equipos de cloración, así
como un gasto constante en cloro, el cual no siempre está disponible.
Desinfección solar (también llamada SODIS):
Por último, os voy a hablar de un método relativamente
novedoso que al parecer está teniendo resultados aceptables. Como su propio
nombre indica, se trata de la desinfección a través de la radiación solar. Es un método simple que combina luz y temperatura. La luz solar tiene dos efectos,
por un lado la radiación UV-A tiene un efecto germicida, mientras que por otro,
la infrarroja proporciona calor al agua. Según este método, se produce una
sinergia entre la radiación UV-A
y el calor, de forma que es más efectiva contra los patógenos de lo que son
ambas por separado.
El procedimiento es muy sencillo, solo bastan botellas de plástico
(recomendable) y luz solar. Las botellas se rellenan del agua que se quiere
tratar, y se colocan en posición horizontal en un lugar donde llegue abundante
luz durante al menos 6 horas; si existe nubosidad se deben de dejar durante un
mínimo de dos días.
Aunque se ha
visto que este sistema es efectivo contra virus y bacterias, aún no hay
evidencias acerca de la efectividad contra los quistes de los parásitos
transmitidos por vía hídrica. Lo que argumentan los defensores del método es
que durante el tiempo de exposición al sol, el agua puede alcanzar una
temperatura de hasta unos 65oC, lo cual es suficiente para inactivar
los quistes de los parásitos; sin embargo, aún no hay estudios que avalen su
eficacia en este sentido y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo
considera como una opción válida pero solo como un “método menor y
experimental”. Otras limitaciones de este método son que no es efectivo con
agua muy turbia, que solo se puede utilizar con éxito en determinadas zonas
climáticas donde exista abundante radiación solar y que solo permite el
tratamiento del agua en pequeños volúmenes, por lo que es más adecuado su uso en
un entorno familiar o un grupo de viviendas, antes que en sistemas
convencionales o más complejos.
En contra,
presenta una serie de ventajas como que es un método asequible para
prácticamente todo el mundo debido a que solo son necesarias botellas de plástico,
lo que implica un bajo costo para las familias, no necesita de la construcción
de pozos de captación de agua para su funcionamiento ni requiere del uso de
combustibles, además de que es un sistema simple que puede ser llevado a cabo
por los propios usuarios en su propio hogar.
Para finalizar,
solo me queda decir que el hecho de beber un vaso de agua no debería
convertirse en una ruleta rusa para muchas personas, solo por haber nacido en
un lugar diferente o no disponer de los recursos de los que disponemos la
mayoría de nosotros. Debemos tomar conciencia de lo que implica no tener acceso
a un recurso básico como es el agua y por si fuera poco, que ésta no esté en
condiciones de garantizar tu salud ni la de tus hijos; algo que se nos olvida
más a menudo de lo que debiéramos, aunque como dijo Aristóteles: “La esperanza es el sueño del hombre
despierto”.
BIBLIOGRAFÍA
- - Desinfección solar del agua (SODIS),
guía de aplicación. Reporte SANDEC No 07/03.
- - Guía para la selección de sistema de
desinfección. Organización
Panamericana de salud. OPS-COSUDE/01-07.
- - Pérez
Castillo H. Acciones desinfectantes en la
potabilización del agua en pequeñas comunidades. Universidad de Sucre.
- - Reid R. Situación de la desinfección del agua en
América latina y el Caribe. OPS/OMS Washington,
D.C. EUA.
- - Tecnologías de desinfección del agua
para consumo humano.
Serie Oro Azul. Fascículo 4.
No hay comentarios:
Publicar un comentario