El Dr. José Luis Cañada es coordinador del grupo de trabajo de Enfermedades infecciosas de SEMERGEN y miembro del Comité Científico de la Fundación io |
Efectivamente llevo muchos años. Tantos como los años de
existencia de los GdT Semergen. En la primera reunión con la JDN con la
finalidad de institucionalizar los grupos como tal ya estaba presente. Los
primero
s que se pusieron en marcha fueros tan solo 5 ó 6 y el de Enfermedades Infecciosas ya estaba presente.
s que se pusieron en marcha fueros tan solo 5 ó 6 y el de Enfermedades Infecciosas ya estaba presente.
En cuanto al avance, hemos pasado por diferentes etapas. Al
principio hubo mucho trabajo pues era una época en que continuamente estaban
apareciendo nuevas moléculas de antimicrobianos y había mucho por escribir y
mucho por divulgar. Se hicieron muchos documentos de consenso y se escribieron
varios tratados de formación continuada. También había constantemente
participación en mesas, foros y simposium. Mas tarde vino un parón pues dejaron
de aparecer nuevas moléculas en el mercado. Ahora, desgraciadamente, vivimos
una época diferente. Y digo desgraciadamente porque el aumento de trabajo
aparece con un aumento de los problemas de salud pública por la aparición de
enfermedades emergentes y reemergentes que, en cierto modo, van a ser las
responsables, no solo de la morbilidad, sino también que el grupo de trabajo
tenga que desarrollar nuevos proyectos.
¿Cuál ha sido el
cometido de Grupo durante estos años, cuáles sus principales objetivos hechos
realidad y cuáles sus ideas que todavía permanecen en el fondo de un cajón, y
que deberían retomar los profesionales que les sustituyan?
El principal cometido durante estos años ha sido la
formación continuada de socios y de médicos de familia en general. Se
escribieron manuales de buen uso de antimicrobianos, guías terapéuticas,
infecciones e atención primaria, infecciones en urgencias.
Otro de los cometidos fue el estar presente, junto a
distintas sociedades científicas, en todos aquellos documentos de consenso
relacionados con la infección, como pudieron ser las infecciones urinarias, las
exacerbaciones de la EPOC, las neumonías en la comunidad y varios documentos
mas.
En cuanto a ideas que aún están en el cajón, tengo que
responder categóricamente. Una obsesión que he tenido a lo largo de todos estos
años y que yo siempre lo he propuesto es, la organización en el Congreso
Nacional de un gran foro de debate sobre el uso, mal uso y abuso de los
antibióticos en atención primaria. Y que de ese foro se puedan sacar una serie
de conclusiones y de tratamientos consensuados. Mi opinión es que muchos médicos
no saben usar debidamente los antibióticos.
¿Brevemente, cuál es
la situación actual de las enfermedades infecciosas en nuestro país? ¿Cuáles
son las más frecuentes (¿se dispone de datos sobre su incidencia en la
población, por CCAA?), ante cuáles no estamos bien preparados?
Las infecciones mas frecuentes en nuestro país difieren muy
poco de la de otros países de nuestro entorno. Las infecciones respiratorias
son, con mucho, las mas numerosas, seguidas de las infecciones urinarias. Los
datos de que disponemos y que se pueden consultar con los distintos boletines
epidemiológicos de las diferentes CCAA e incluso todos ellos en el boletín del
ISCIII, son precisamente de aquellas infecciones que no son tan frecuentes.
Podemos encontrar casos anuales de gripe, pero no de todas las infecciones del
tracto respiratorio. También podemos encontrar datos acumulados de otras
infecciones de baja frecuencia como el Sarampión o Parotiditis. Incluso podemos
encontrar casos publicados de brucelosis y de tétanos.
Generalmente el médico de primaria esta bien preparado para
el manejo de las infecciones mas frecuentes. Donde ya empiezan a tener mas
dificultad es en aquellas infecciones e infestaciones importadas como pudieran
ser las Leishmaniosis, la Enfermedad de Chagas, el Dengue y, mas recientemente,
la infección que está de moda por la zona del Caribe y que ya está apareciendo
en nuestro entorno la Chikungunya.
¿Existen suficientes
médicos especializados en enfermedades infecciosas en Primaria, y, están bien
comunicados con los homólogos que trabajan en los hospitales? Dado que, como según
creo, sigue siendo una especialidad no reconocida en el Estado español, cómo se
forma un médico de AP interesado en este tipo de enfermedades?
En mi opinión no. La infectología ha sido la hermana pobre
de las subespecialidades dentro de la primaria. Y, pienso yo, que una gran parte
de la culpa es precisamente por la poca relación y comunicación con las
unidades de Enfermedades Infecciosas hospitalarias. Las infecciones por VIH y
la Hepatitis C ha sido un coto cerrado de los hospitales. Es lógico que el
manejo de antivíricos este regulado por los médicos de hospital, pero deberían
dar mas información de la que dan. Esperemos que con los nuevos programas
informáticos de historia única, este problema se subsane.
Efectivamente no existe hoy por hoy una especialidad de
enfermedades infecciosas. En los hospitales esta patología la llevan entre
Medicina Interna y los Servicios de Microbiología. En cuanto a la formación en
infecciones por parte de los médicos de primaria, yo lo tengo muy claro.
Debemos de conseguir que existan tantos médicos de primaria que sepan el manejo
de un paciente con una infección, como los que hay con conocimientos
suficientes de HTA o Diabetes. Se que es difícil pues una infección es de
naturaleza, e principio, aguda y las otras son crónicas. Pero no hay que
olvidarse que las infecciones son la primera causa de consulta en un Centro de
Atención Primaria.
¿Qué interés puede
tener SEMERGEN para todos aquellos médicos jóvenes de Familia interesados en
este tipo de enfermedades?
En mi opinión, este tipo de patología debe de tener un
interés primordial y SEMERGEN debe ser sensible a esa necesidad y dar la
formación adecuada tanto en forma de información vía internet, como con la
celebración de cursos presenciales. Una herramienta muy útil para la formación
continuada de todo médico sobre la patología infecciosa la pueden encontrar en
la web del grupo GEFOR. Se trata de una página dinámica y permanentemente
actualizada y extraordinariamente didáctica. Y lo que es mas importante, esta a
disposición de todos los profesionales y sin costo alguno.
Estamos viviendo una
nueva crisis internacional por el virus de Ébola. ¿Qué valoración hace del
protocolo de actuación internacional ante esta amenaza? ¿Qué se debería
mejorar, no sólo para que el virus no afecte a los ciudadanos residentes en el
Estado español, si no también para que se pueda evitar un nuevo brote en África,
que pudiera ser cada vez mas agresivo?
Es una pregunta con una respuesta difícil. Nos encontramos
ante un problema muy grave de salud pública. Los protocolos establecidos, tanto
por la OMS como por las autoridades sanitarias del Ministerio y de las
distintas Consejerías son correctas. El siguiente paso podría ser el cierre de
fronteras de los países donde la epidemia está presente. Es una medida,
posiblemente, muy drástica pero es la realidad. La Enfermedad de Ebola es grave
y de difícil manejo. Esperemos que en un futuro próximo exista una medicación
para frenarla. Hasta la fecha tan solo tenemos medidas paliativas y sanitarias.
¿Actualmente, qué consecuencias sanitarias
conlleva el desplazamiento a países tropicales?
Muchas. En primer lugar nos encontramos el problema de las
coberturas vacunales. El paciente tiene que ser consciente de donde va y que
parte de esas zonas a las que va tienen riesgo o no de poder adquirir una
infección tropical. Si es zona donde existe la malaria o no. Y si existe, cual
es el tipo de Plasmodio predominante en la zona y su grado de resistencia a los
antipalúdicos. También tiene que ser consciente de que debe de llevar completo
su calendario de vacunación y, por supuesto, si piensa acudir a una zona con
Fiebre Amarilla, debe de llevar el certificado internacional de vacunación.
Esta entidad es la única obligatoria para la OMS. Por último es aconsejable una
serie de medidas sanitarias, dependiendo del país y área visitada, que
minimicen el riesgo de adquirir un infestación por parasitos, una diarrea del
viajero, usar repelentes de insectos …
¿Cree que la población
está concienciada sobre los pasos a seguir para evitar riesgos? Y, ¿cuáles son
esos pasos?
Hay población que íi, que muy rápidamente acuden a su
médico de atención primaria e incluso a sanidad exterior. Con ellos es mas
fácil la atención. Pero también los hay que, aunque consultan, muchas veces lo
hacen tarde. Deberían de tener en cuenta que una vacuna, una vez que se
administra, necesita tiempo para una respuesta inmunitaria correcta y
protectora. También es importante que sepan que, en el caso del paludismo, la
quimioprofilaxis deben de realizarla completa, es decir antes del viaje,
durante el viaje y los días posteriores al viaje.
Los pasos a seguir son muy sencillos. Primero contactar con
tiempo suficiente con su médico y decirle el destino del viaje. No es lo mismo
en un viaje a Brasil, pasar todas las vacaciones en la playa de Copacabana que
adentrarse en zonas limítrofes con la selva amazónica. En cada país tienen sus
peculiaridades y enfermedades. Un ejemplo es en la zona de los arrozales del
sudeste asiático y en las zonas selváticas donde pueden encontrarse mosquitos
transmisores de la Encefalitis Japonesa. El último paso que deben de dar es el
de acudir a su médico ante todo síntoma que aparezca, al menos, en el mes
posterior al viaje. No deben de olvidar que, una fiebre mantenida durante mas
de una semana, en un viajero procedente de una zona con malaria endémica, es
paludismo hasta que no se demuestre lo contrario.
¿Qué papel desempeña
el médico de AP en la prevención, detección, control y tratamiento en las
enfermedades infecciosas importadas, emergentes y re-emergentes?
El médico de AP juega un papel fundamental en este aspecto.
Conoce al paciente y su entorno. Tiene su historia clínica y por tanto conoce
su grado de protección frente a las infecciones inmuno-prevenibles. A aquellos
pacientes que proceden de la inmigración y le son asignados a su consulta,
valoran su estado de salud mediante analítica y exploración clínica. A aquellos
que procedan de una zona geográfica con alta prevalencia en parásitos deben de
intentar detectar su posible infestación, zonas de alta prevalencia de Tuberculosis
y grado de resistencia a los tuberculostáticos. En fin, que la labor del médico
de primaria es absolutamente indispensable y ante la menor duda, derivar al
paciente a una Unidad de Infectología.
Otro aspecto en que el médico debe de jugar un papel
primordial, pero no solo en las infecciones importadas emergentes, en todo tipo de infecciones
inmuno-prevenibles, es el de motivar al paciente a la vacunación sistemática y
hacer frente a los comités anti-vacunas que tanto daño están haciendo, sin aval
científico alguno. En este terreno soy inflexible. Estoy de acuerdo en que
ninguna vacuna, excepto fiebre amarilla y meningitis C para visitar la Meca en
peregrinación, es obligatoria. Todas son voluntarias y a nadie se le puede
obligar. Pero nuestro deber, el mío al menos, es conseguir que la gente se
vacune y con ello conseguiremos, por una parte proteger al individuo y por otra
parte proteger a la sociedad por lo que acostumbra a llamarse inmunidad de
grupo o “de rebaño”. Cuantos menos microorganismos patógenos haya en
circulación, mejor para todos. Con cada vacuna personal, nos beneficiamos
todos.
¿Cree que en nuestro
SNS se vacuna bien? Me refiero, en tiempos, franjas de edad, tipo de vacunas,
etc. Parece que por fin hay un calendario vacunal común, algo que siempre fue
permanente reclamado a las administraciones sanitarias, ¿qué queda por hacer
para mejorar la salud de la población y reducir los riesgos de contagios?
Lo cierto es que si, se vacuna muy bien. En ese sentido hay
que reconocer que la labor de los pediatras es digna de elogio y admiración.
Tenemos una cobertura amplísima en aquellas enfermedades incluidas en los
calendarios de vacunación. Lo deseable es la existencia de un calendario único.
Pero al menos ahora tenemos ya un calendario de mínimos. No es un calendario
perfecto, pero es el menos malo. Personalmente soy partidario de incluir la
vacuna de la varicela a edades tempranas y no a los 12 años, pero hoy por hoy
es lo que tenemos. Y si acaso no se incluye nunca a edades tempranas, al menos
que no la retiren de las farmacias se
puedan adquirir. Proteger los padres a los hijos de una varicela es un derecho
que les asiste.
Para finalizar la entrevista, no querría dejar en el
tintero un aspecto que, en cierto modo, y aunque por motivos de edad estoy muy
próximo a pasar a “la reserva”, me ilusiona enormemente como médico. En un
futuro muy próximo vamos a vivir momentos apasionantes dentro de la patología
infecciosa y, sobre todo, dentro del mundo de la vacunología.
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