miércoles, 30 de diciembre de 2009

Pintura e infección: Enero 2010


Una sección coordinada por el Dr. Alberto Ortiz

" San Roque como patrón de la peste " de Peter Paul Rubens.


[ ... ] Paradójicamente, y aunque la pintura represente a víctimas de la peste, no se observan los signos clínicos típicos de este proceso infeccioso. Tampoco se contemplan en el San Roque, quizá porque el episodio que se describe es anterior al contagio que sufrió el santo y que le mantuvo aislado en un bosque. Sin embargo, si se pueden ver los otros elementos característicos de San Roque como son el bordón de peregrino y el perro que le llevaba comida durante su periodo de convalecencia. No obstante, y a pesar de no observarse ningún bubón en las axilas o ingles de los aquejados por la infección, éstos muestran la típica actitud de dolor e invalidez que los apestados. La presencia de los bubones, especialmente a nivel inguinal, produce un dolor tan intenso que el paciente tiende a mantener inmovilizado el miembro afectado, de forma que es frecuente que permanezca tumbado o tendido sobre el suelo. Ésta será una de las características de la representaciones de las plagas durante el siglo XVII, posiblemente porque los pintores, a los que se encargaban cuadros de esta temática, no conocían con exactitud la sintomatología de la enfermedad y preferían focalizar los estragos que la infección producía en el dolor y sufrimiento de los afectados.

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